domingo, 10 de enero de 2010

Melba Guariglia- Géneros, escrituras y fronteras.

Cuando me dijeron que integraba una mesa con un título tan vasto entendí que éste estaba constituido por palabras clave, como disparadores. Porque quienes trabajamos con las palabras sabemos que ellas nos atraviesan y nos interpelan, y nos confunden cuando se les antoja con sus múltiples significados y significaciones. Por eso es difícil esperar que esta reunión de gente disímil se ponga de acuerdo sobre qué decir sobre estos términos, pero tal vez eso sea lo más enriquecedor. Que cada uno diga lo que le parece, sintéticamente, y eso nos ayude a seguir pensando hacia dónde vamos.

Los cambios se suceden vertiginosos y las dicotomías o binarismos ya no ayudan a interpretar el mundo, tampoco las divisiones estancas o los estereotipos, sobre todo a quienes creemos que escribir es pensar. Ya no es posible definir con exactitud los “géneros”, sean estos literarios, gramaticales, biológicos, como tampoco es posible precisar una “escritura”, frente a nuevos y diferentes tipos, y menos las “fronteras”, en medio de las redes. ¿Como límites? ¿Cómo marcas? No. “Las fronteras se mueven como las banderas”, dice Jorge Drexler, y es bueno visualizar todo el espectro que esto indica para el arte y para el artista.

El movimiento es parte esencial de la naturaleza y asumir la complejidad que implica es un modo de comprenderla para transformarla. Los escritores no somos todos iguales, lo sabemos, pero tampoco tan distintos, hay algo en común que nos une y nos lleva a compartir y a acordar, acercarnos a nuestras afinidades, a crear y defender nuestros espacios y tiempos. Tampoco esto nos aleja de otras identidades que asumimos en el transcurso de la vida y todas ellas nos conforman. Afirmar la diversidad es también ayudar a afirmar nuestras consonancias. Por eso este bienvenido encuentro nos encuentra y nos dialoga en tránsito por una página apenas escrita, en la cual tendremos que seguir escribiendo.

Retomo el inicio, las palabras son grandes, espléndidas, no podemos encorsetarlas, como tampoco a “géneros, escrituras o fronteras”, hay un temblor entre los conceptos que los recorre en todas direcciones como en un cuerpo vivo. Pero no podemos desconocer que también hay múltiples formas de poder, visibles o no, que someten a las palabras, aunque apostamos definitivamente a aquellas que nos liberan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario